jueves, 7 de agosto de 2014

La Sociedad De Clases

En el siglo XIX  surgió la sociedad de clases, muy distintas a la sociedad estamental del Antiguo Régimen. Las clases sociales se diferenciaban en función del nivel económico y no eran grupos cerrados.




LOS PRIVILEGIOS: LA BURGUESÍA Y LA CLASE MEDIA

En el siglo XIX, la burguesía estaba constituida por grupos muy diversos: la antigua nobleza, los empresarios, los rentistas, los altos funcionarios y los intelectuales y profesionales exitosos. Los burgueses vivían en los nuevos barrios residenciales de las ciudades , concedían gran importancia a las apariencias, frecuentaban los clubes, salones y bailes, y se casaban entre ellos.
Sus valores llegaron a se predominantes: el culto al trabajo, el ahorro y la sobriedad como medios para alcanzar la prosperidad, y la exaltación de la familia.

La clase media era un grupo heterogéneo que incluía a pequeños comerciantes y propietarios rurales, empleados públicos, profesores, muchos artesanos, etc. Su posición económica y su nivel de instrucción eran superiores a los de las clases bajas, pero inferiores a los burgueses. Generalmente vivían en los barrios residenciales, pero en casas más sencillas. Tenían un gran afán por imitar dentro de sus posibilidades el estilo de vida de la burguesía.

LAS CLASES BAJAS: PROLETARIOS Y CAMPESINOS

El proletariado urbano lo formaban los obreros industriales, quienes trabajaban en fábricas, en labores que requerían poca cualificación. Cobraban salarios reducidos -sobre todo las mujeres y los niños-, sus jornadas laborales superaban las doce horas en ambientes insanos y carecían de seguridad social en caso de enfermedad, huelga o jubilación. Vivían en casas antiguas y pequeñas del centro urbano o en los barrios construidos alrededor de las fábricas, sin servicios básicos y muy contaminados.
Los campesinos, a pesar de la industrialización, seguían conformando una gran parte de la población de muchos países, aunque con diferentes regionales.
En el norte y oeste de Europa, la mayoría de los campesinos eran propietarios y fueron incorporando máquinas y nuevas técnicas de cultivo. En el sur, la mayor parte eran jornaleros, campesinos a suelo que cobraban un jornal mínimo y tenían una vida miserable. En el centro y el este de Europa vivían en la peor situación y muchos seguían siendo siervos.

EL TRABAJO DE LAS MUJERES POBRES

Hasta el ultimo cuarto del siglo XIX, pocas mujeres de las clases trabajadoras podían permitirse el no ganar dinero. Los ingresos de una mujer eran esenciales, tanto para su propia subsistencia como para la de su familia. En comparación con los trabajadores varones, las mujeres eran las que ganaban los salarios más bajos y las que trabajaban en los sectores menos considerados de la economía. La ocupación principal de las mujeres que realizaban un trabajo remunerado era el servicio doméstico, y esto siguió siendo así hasta 1940. La gran oferta de trabaja doméstico en las ciudades, que hizo que las mujeres emigraran del campo a la ciudad, tuvo más impacto sobre la vida de estas en el siglo XIX que la industrialización.
Si una mujer tenía que obtener ingresos, no tenia otra elección que aceptar el bajo nivel salarial que tradicionalmente se pagaba a las mujeres eran precisamente las mujeres que tenían que mantenerse a sí mismas o a sus hijos, "las más pobres de los pobres".

LA SOCIEDAD DE MASAS

La industrialización también impactó en la formas de sociabilidad del siglo XIX. La vida pública de cada clase social estaba llena de nuevos hábitos. Fue la época del surgimiento de los grandes almacenes y las diversiones masivas.
Los burgueses mantuvieron la tradición del salón aristocrático como lugar de encuentro. Las clases medias, en cambio, encontraron nuevos lugares de sociabilidad: el café, que luego fue derivando hacia el casino o el club, a los que se pertenecía por voluntad propia siempre que se cumplieran ciertas condiciones. Hacia finales de siglo, estas asociaciones se complementaros con otras surgidas de nuevas formas de ocio, como el deporte en sus versiones más elitistas: el tenis y el golf. En invierno eran frecuentes las salidas semanales a la ópera o al teatro. En verano empezaron a difundirse las excursiones turísticas hacia las playas o los balnearios.
Entre las clases bajas, uno de los principales lugares de reunión era la taberna, donde no solo se consumía alcohol, sino que se compartían experiencias y se forjaban solidaridades. El deporte era otro espacio de encuentro. Los dos más practicados fueron el Fútbol y el ciclismo, en torno a los cuales nacieron los primeros clubes. Además, los sindicatos y partidos crearon las casas del pueblo, lugares de sociabilidad y de formación política.  



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